Respira Maratón

Ya estamos

… respirando Maratón

Dicen que las carreras de fondo, se preparan más con la mente, que con el cuerpo. Y en esta ocasión, que no he podido entrenar todo lo que me hubiera gustado, lo tengo más interiorizado que nunca.

Jamás pensé que me enfrentaría al desafío de la Maratón. Esos 42 km llenos de gloria, algo que siempre he admirado, respetado… y por qué no reconocerlo… temido.

Durante mucho tiempo, creí que los 21km de la Media Maratón eran más que suficientes y no aspiraba a más. Pero supongo que el ser humano es insaciable. O soy yo que me he vuelto una inconformista. Adicta a la sensación de afrontar un nuevo reto, donde el miedo va a la par de la ilusión. Esa que te espera más allá de la zona de confort.

Tras acumular bastantes Medias Maratones (no sé ni cuantas van ya…), y meterme muchas veces a la Maratón de Madrid, para apoyar en los últimos km a buenos amigos, viéndoles cumplir el sueño de llegar a meta… pensé:

¿Por qué no?

¿Por qué no regalarme la experiencia de vivirlo por mi misma?

Entendí que ya lo había decidido, casi por instinto. Desde entonces, pensé en cómo me organizaría. En lo bien que entrenaría. Confiando en lo disciplinada que suelo ser cuando quiero algo con todas mis fuerzas. Pero como pasa a menudo, las cosas no suceden como las has planeado, está claro. No contaba con que esta etapa de mi vida, llevaría implícita una serie de prioridades. Una nueva vida conlleva aprendizajes, dificultades, mucha presión, alto nivel de exigencia por mi parte… mucha formación, tardes interminables de estudio, exámenes, trabajo, entrenamiento, cansancio, y muchas situaciones imprevistas.

No voy a poner excusas. Porque aquí estamos. A una semana de la Maratón y aunque sé que no he cumplido, con el entrenamiento maratoniano, no me basaré en lo negativo. Voy a valorar lo que SI está de mi parte:

Confiaré sobre todo en tres cosas:

Un buen estado de forma física. Ya que, aunque no he entrenado tanto el running, ni he acumulado tantos km en mis piernas, el nivel de entrenamiento que he llevado, ha sido más completo que nunca en todos los aspectos. Además el Pilates ha llegado a mi vida, aportando ese fortalecimiento de la musculatura profunda, postura, respiración, rango de movilidad y estabilidad articular. Me siento más fuerte y consciente de mi cuerpo en todos los sentidos de la palabra.
Una mente preparada, enfocada al objetivo. Preparada para superarlo y para abandonarlo. Mi cabezonería me impide rendirme normalmente. Pero también es importante prepararte para tener que abandonar y que eso no suponga un fracaso. Cuando uno da todo, no está obligado a más. Espero no tener que plantearme esto, pero 42 km son muy largos. Estaré preparada también para el “ya no puedo más”.
Un corazón con voluntad. Ese corazón capaz de sobreponerse a la cabeza cuando la voz de tu mente, te grita que ya no puedes más. Cuando el cansancio ya hace mella, es esa voluntad, ese espíritu apasionado, el que puede separar el éxito del fracaso. Y si finalmente logras ser más fuerte, habrás alcanzado tu gran momento de gloria. No sólo por haber superado un reto; Sino porque cuando ganas esa gran batalla contra ti mismo, desde ese momento puedes afrontar cualquier cosa. De pronto, eres indestructible.

El apoyo de mi gente, ni lo enumero.

Porque eso me acompaña en cada paso que doy. Ya sea un paseo o una Maratón : )

Prefiero no pensar en lo que tengo en contra, y centrarme en lo que tengo a favor. Recordarme a mi misma estas palabras para que me ayuden en el duro asfalto de Madrid. Pues dicen los entendidos, que no es terreno fácil para estrenarse en esta distancia.

Os dejo con algunas imágenes del entrenamiento de la semana pasada, equipada con la colección #RespiraDeporte de Decathlon, que sinceramente ha sido de lo mejor que he probado hasta la fecha en cuanto a comodidad. A parte de gustarme en diseño y colores, a nivel técnico se ajusta perfectamente al cuerpo como una segunda piel. A la hora de entrenar, te permite moverte a la perfección y el material es fresco y transpirable. La camiseta tiene un top incorporado con una buena sujección sin tener ningún tipo de soporte rígido, algo que odio en los sujetadores de deporte. Aunque sobretodo lo que destaco como runner son sin duda las zapatillas, las Kalenji Kiprun me han ido de maravilla en los entrenamientos.

Me han sorprendido muy favorablemente al probarlas porque es cierto que tengo un alto nivel de exigencia y no todas las zapatillas que me recomiendan, me van bien. Estas son ligeras y reactivas, perfectas para mí porque no me gusta la sensación de zancadas pesadas. A pesar de su ligereza, mantienen el pie sujeto, con un material estable, de calidad y con buena amortiguación. Así que sin duda han sido unas grandes aliadas en estos días en los que he tenido que apretar más. Me han acompañado en entrenamientos combinados, tiradas medias y fartlek, multiusos total.

Si he aprendido algo, es que cuando tenemos miedo, siempre hay una excusa que nos lleva a no intentarlo. Siempre esperamos a que llegue el momento perfecto, idílico, en el que seamos capaces de controlarlo todo. Pero no existe. Ahí a fuera, lejos de tu zona de confort, nada está bajo tu control. Y es ahí, donde puede suceder lo peor de tu historia, pero sobretodo lo mejor. Pura improvisación, la vida simplemente surgiendo y tu… creciendo.

Así que… si lo pienso. Quizá es en esta etapa tan desconocida, nueva y apasionante que estoy viviendo, el mejor momento para intentarlo. Y si lo logramos, mejor.

Esta vez, no os veré desde la barrera queridos héroes maratonianos. Los que vais a luchar por hacer marca o los que vais como yo, simplemente a terminarla, a todos vosotros, que siempre he admirado desde lo más profundo, esta vez, iré con vosotros. Correré a vuestro lado. Quien sabe si llegaré a meta, quien sabe cuántos kilómetros…

… pero tanto mi cuerpo, mente y sobretodo corazón… esperan que sean exactamente:

42km 195m