¿ Cómo definir un espíritu rojo ?
Me llamo Elisabeth Rodríguez. Aunque, lo de Eli Red como nombre “artístico”, queda mejor, sobretodo porque el rojo es mi color. Aunque me llaman de mil formas, Campanilla, Bicho, Coordenada, Escarlata, Litel…
(Si quieres conocerme mejor o verme en movimiento, puedes hacerlo pinchando en este vídeo)
Todos somos únicos; como tú, soy una persona que no se puede definir. Lo que dicen es que soy intensa, alegre, (hiper)activa, optimista, soñadora, e idealista. Tengo muchos defectos, alguna que otra virtud, y millones de rarezas… pero siempre intento hacer un buen combo de mis cualidades, para dar siempre lo mejor de mí. En todos y cada uno de los aspectos de mi vida. Como en este blog.
Si por mi parte destaco algo es que soy honesta, y la autenticidad es algo relevante hoy en día. Sólo sé decir lo que pienso, sin pretender lo de “quedar bien”. Es algo que considero bueno, pero reconozco que muchas veces me arrepiento.
Tengo un grado sentimental, bastante fuera de lo “normal”. En una peli de superhéroes, sin duda ese sería mi “superpoder”: tener super desarrollada la sensibilidad, o la capacidad de comprender los sentimientos, tanto los propios, como los de los demás. Digamos que mi inteligencia es básicamente emocional, y la empatía un principio en mi vida, que considero elemental
Responsable, organizada, y a la vez, alocada e impulsiva. Mi mente es un caos creativo que (a simple vista), carece de sentido. Crear es uno de mis hobbies preferidos. Tengo ideas a cada instante. La mayoría no van a ningún sitio, ni es ese el objetivo, pero de vez en cuando surge alguna brillante. Y esa sí, la llevo hacia adelante.
Si hay algo que siempre llevo conmigo, son las ganas. Ganas de avanzar, crecer… sobretodo de aprender. No me gusta quedarme quieta porque el movimiento constante es mi estado natural. En mi infancia era un huracán: la niña que combinaba el maillot de gimnasia rítmica, con las deportivas para jugar al fútbol. La que llegaba a casa llena de barro y con los pantalones rotos.
Creo en la constancia, en la perseverancia, en el esfuerzo, en el espíritu luchador que no se rinde hasta lograr un sueño. Creo en el kharma, creo en el alma.
Amo a mi gente, ese círculo reducido de personas que brillan con luz propia. No “quiero” fácilmente, pero cuando quiero, lo hago sin limitaciones. Admiro a mi madre. A mi padre al que no conocí, que junto a mi abuelo, son mis dos estrellas en el cielo. Mi hermana Sonia es 11 años mayor que yo pero nadie lo diría, no por sus locuras, sino por su energía. Pero sin duda, es mi labrador chocolate Brownie, mi gran compañero de vida.
No sé vivir sin escuchar música. Necesito escribir lo que pienso. Soy maniática de los olores. No sé dormirme si no muevo alguna parte del cuerpo. Soy pequeña, no paso del 1,60… He aprendido a quererme con mis defectos, mis luces, mis sombras; con mis días malos y días buenos. Porque la perfección aburre y no es real, prefiero ser divertida y natural.
Estudié comunicación visual de moda, diseño gráfico y fotografía. Me entusiasma todo lo que tenga que ver con el arte. Sobretodo si es salvaje.
Me aficioné al entrenamiento, al estilo de vida saludable, al running, crossfit, etc.. Y como no sé hacer las cosas a medias, se convirtió en una nueva y enorme pasión. Tanto que soy una reciente Instructora Fitness. Me queda mucho por aprender, es cierto. Pero estoy motivada, soy apasionada. Dicen que con eso, tienes gran parte del camino hacia el éxito.
Desde hace ya un tiempo soy blogger de moda. Empecé con un pequeño blog, llamado La vie en Rouge; siempre el color rojo me ha inspirado y acompañado en cada proyecto. Como amante de la moda, siempre me ha gustado compartir mi forma de entenderla, mucho más allá de la superficialidad que la envuelve. Para mí, la forma de vestir es una extensión de nuestra personalidad: la manera de presentarnos al mundo, tal como somos y lo que queremos expresar. Algo que dice mucho más de nosotros de lo que podemos llegar a imaginar.
Otra de mis pasiones locas es la fotografía. Porque las mejores cosas de la vida, no son cosas, son momentos. Congelar un momento en una imagen, es una forma de guardarlo para siempre. Una manera de que un instante, dure eternamente, y no sólo exista en un rincón recóndito de tu mente.
Viví un año en Roma trabajando en fotografía de moda y estilismo. Pero volví a mis orígenes y a mi amado Madrid, tras una experiencia que me hizo crecer como persona pero que en definitiva, no era mi camino.
De vuelta Madrid, me inicié en un estilo de vida saludable. Mi alma bloggera, que hasta entonces se había enfocado en la moda, se extendió al mundo del fitness , el running y la nutrición.
Me han pasado muchas cosas en estos veintitantos. Experiencias que me han hecho madurar, obstáculos que afrontar, miedos que superar. Me han roto el corazón, bastantes veces. O quizá lo he roto yo, por regalarlo y no encargarme personalmente de él. Pero todo ello me ha convertido en quien soy hoy:
Un espíritu libre que se alimenta de todas sus pasiones, de su huracán particular, de una locura sentimental que intenta dejar su huella siempre, allá donde va. Ya no pondré etiquetas, ni puedo, ni quiero catalogar este blog. Las emociones tampoco se pueden explicar por ello a partir de ahora, me definiré justo así:
“Una blogger emocional”
Aquí, al igual que en mi Instagram @eliredspirit compartiré con vosotr@s mi forma de vivir, de sentir, de viajar, de llevar una vida activa, de entrenar, de comer, de vestir… Mi forma de entender el mundo, mi forma de entrenar no solo el cuerpo, sino la mente y el alma. Ese triángulo que forma la imagen de esta web. Con una pincelada rebelde, en movimiento que se escapa de la zona de confort. Porque así es mi forma de ser. Mi forma de ser una persona plena por dentro y por fuera. Promoviendo siempre esa lucha por cumplir todos tus sueños y pasiones.
Porque poniendo ilusión a cada cosa que hagas, lo mejor de tu vida, aunque no lo creas…
…te está esperando.
La felicidad es algo que buscamos ahí fuera, pero se realmente se esconde dentro. En el interior de nosotros mismos. No está al final, no es un destino; está escondida a cada paso del camino.
Qué me dices, ¿quieres acompañarme?
Como ya suelo decir…
“No estoy loca, estoy viva”