Hoy es un día especial: día 14 de Junio, cumpleaños de mi hermana.
Publicaré estas reflexiones que escribí hace unos días desde el aeropuerto. No se me ocurre mejor momento para compartir estos pensamientos:
Inicio estas líneas desde el aeropuerto de Münich. Mirando el cielo gris, esperando el vuelo que me llevará de vuelta a casa…
Han sido tres días en Alemania junto a mi hermana, disfrutando primero de la capital, y luego del impresionante festival Rock im Park.
Teníamos ganas de vivir una aventura juntas y como nos estamos dedicando a hacer todo aquello que siempre quisimos hacer, por fin quería tachar con ella, la experiencia de vivir un buen festival.
Podría haber elegido algo más suave para empezar, pero ya me conocéis… Soy de emociones fuertes. Si lo hago, que sea por todo lo alto.
Siempre trato de sacar un aprendizaje de cada cosa que hago y aunque creáis que de un festival se saca sólo diversión y locura, estáis equivocados. Me ha sorprendido no sólo el rock, cada letra grabada a fuego en los corazones que estaban allí, sino su espíritu de lucha, de disconformidad con todo aquello que intentan implantar en una sociedad en la que poco o nada, queda de libertad.
Y es que supongo como dice V de Vendetta, es en el caos donde se esconde la verdadera justicia. Porque nadie está por encima de nadie; porque no deben decirnos cómo pensar, cómo actuar o lo que se considera “normal”. Nuestra vida nos pertenece, nadie debería tener el poder de influir en nuestra forma de vivirla, ni mucho menos de sentirla.
Crees que eres libre, crees que todo el ruido que te rodea no te afecta. Pero en realidad están bombardeando de información tu cabeza, para callar esa conciencia que quieren que pierdas. No sabemos cómo, pero acabamos perdiéndonos a nosotros mismos. Ya no sabes qué quieres hacer en la vida, deberías estudiar esto, lo otro y por supuesto el título que lo acredite. Que tengas un buen puesto de trabajo, con buen salario y si da envidia a los demás, mejor que mejor. Debes tener una casa, un buen coche, que te cases con el hombre/mujer perfect@s, que tengas hijos, perro o mejor: las dos cosas… bla bla bla.
Luego nos hablan de frustraciones, que necesitamos un psicólogo porque somos una generación de personas jóvenes sin ambiciones. Y lo que han hecho con nosotros es ponernos el listón tan alto, que perdemos la fe en nosotros mismos. Que perdemos nuestra esencia.
Sobretodo porque esos ‘ideales”, no son nuestros ideales. Ni siquiera son elección nuestra. No nos pertenecen…
¿Te has preguntado acaso si realmente los quieres para ti mismo? O es lo que toda tu vida te han dicho que has de querer?
Esa es la esencia, que me ha enamorado del rock, esa anarquía que no es más que pura y desbordante autenticidad. Ese ruido a oídos de cualquiera, que en realidad lleva consigo el más mensaje claro y directo que he escuchado jamás.
Porque esas bandas, las voces que gritan desgarradas, el sonido intenso de las guitarras, el ritmo frenético que surge sin control, saltos alocados, manos al cielo… Son pura verdad. Un dejarse llevar completamente, como cuando estás solo y nadie te mira. No piensas si estás afinando, si estás peinado, si das la talla. No hay juicios de valor, simplemente…
…eres tú mismo.
Miraba a mi hermana, tengo esa imagen de ella, quise grabarla en mi memoria. Esa imagen de las dos bailando, saltando, gritando descontroladas las letras de Rammstein. En ese momento estaba con ella, pero no sólo físicamente. La estaba viendo, por dentro.
Ella, tiene el espíritu del rock. Es auténtica, y lo mejor es que ha elegido ella misma ser así. Ha buscado esa libertad todos estos años. Y ayer por fin, bajo el cielo de Nümberg, Alemania, vi que la había conquistado.
GRACIAS
. . . por no enseñarme lo que “debería” enseñar una hermana mayor “perfecta” . Por no haber sido la que me enseña a leer o a montar en bici, sino por ser la rebelde que me ha enseñado que la vida muchas veces… es una puta mierda. Que el amor de tu vida, puede ser un cabrón o una gran decepción. Que puedes llevar la contraria a tus padres y hacer todo aquello que te dijeron que no hicieras. Porque si es lo que realmente quieres hacer, siempre va a ser lo correcto.
GRACIAS
. . . por enseñarme que muchas veces el camino incorrecto, te lleva al lugar más adecuado. Un destino que quizá no esperabas y que resulta ser tu lugar en el mundo.
Porque quien nos hubiera dicho cuando éramos pequeñas, viviendo bajo el mismo techo y siendo dos desconocidas, que un pueblo de Alemania tan lejos de casa, sería el sitio perfecto para sellar más que nunca, nuestra unión como hermanas.
Tras esta reflexión, tengo que dejar de escribir. Es momento de coger el avión. Pero corrijo, no voy a casa.
Seguiré el espíritu libre del rock, seguiré siendo nómada como Sonia. Mi casa siempre estará donde esté mi corazón. Y mi camino, que lo siga iluminando el brillo de mis sueños. Así nunca será el equivocado. Como no lo es, la posición de las estrellas en el cielo.
No dormiremos juntas hoy Sonia, pero a la vez, estamos más juntas que nunca.
Eso escribí hace unos días, hoy sólo tengo que añadir…
Sopla tus 30 y tantas velas, pide tu deseo, sabes que serás capaz de hacerlo realidad a tu manera, con tu esencia natural y tu locura particular, esa que me contagiarás siempre estés donde estés.