Es momento de entrenar el alma
A veces, al igual que mi amigo Alejandro, con quien aparezco en las fotos, me gusta ponerme un poco mística. Me gusta pensar que las cosas, no ocurren por casualidad. Esto sería lo fácil, y mi pensamiento es de los complicados. Tampoco puedo hablar del destino, porque creo que somos nosotros mismos sin saberlo, quienes atraemos todo aquello que nos sucede. En cuanto a las relaciones, que es el tema que ocupa este post, creo que hay un mecanismo de atracción entre las personas que aunque puede parecer inexplicable, no podemos negar que es evidente. Almas que conectan, como si alguna vez en el pasado, hubieran estado unidas, formando parte de un todo. Con esas personas, la energía fluye y puedes ser completamente tu mismo, te sientes comprendido, apoyado, protegido y como en casa.
Siempre he creído firmemente que hay personas hechas para estar a nuestro lado, al igual que nosotros, somos clave en la vida de alguien. Es arrogante y absurdo pensar, que en tu vida sólo mandas tú. Además, es muy triste. Porque la capacidad que tienen las personas que te rodean, de influir en tu vida y aportarte ese granito o montaña de felicidad, es algo único, algo que nunca dejará de conmoverme y que considero imprescindible en la historia de una persona. Es un detalle, que nadie debería dejar escapar, ni pasar por alto. Se trata una vez más, de ser capaces de apreciar y ser conscientes de lo que nos rodea. De valorar y elegir bien a las personas que dejarán huella en ti mismo, que te marcarán, y en definitiva, formarán parte de tu historia.
Digo lo de “saber elegir bien” porque igual que hay personas hechas para ti, para hacerte crecer, para sumar, para darte felicidad, regalarte momentos, experiencias y emociones, hay personas que no. Realmente no creo que exista la denominada “gente tóxica” o quizá es solo, que prefiero creer que todas las personas somos buenas para alguien. Si una persona no es capaz de aportarnos cosas buenas o no tiene nada que ver con nuestra esencia, no significa que sea mala o tóxica; sino que simplemente no está hecha para estar a nuestro lado. Igual que hay almas compatibles, las hay incompatibles. Y es tan sabio, saber elegir a esas personas afines a ti, las que te sacarán lo mejor, te harán crecer caminando a tu lado y te aportarán valores positivos; como saber alejar a esas personas, que aunque en sí mismas no sean malas, si son negativas para ti.
Como digo siempre e intento recordarme cada día: sólo tenemos una vida.
Debemos cuidarla y protegerla, y aunque muchos factores sucedan más allá de nuestro control, debemos ser conscientes de lo que si podemos decidir.
Insisto, solo tenemos una vida.
Podemos elegir cómo vivirla y sobretodo, con quien.
Os dejo con estas fotos junto a Alejandro, mi amigo del alma, con quien a parte de la pasión por la moda, comparto todo un mundo interno, fácil de sentir y difícil de explicar.
Total Look: Zara
