Menorca vibes

Ella adoraba el color rojo, pero muchas veces, se sentía azul.

Azul como el mar de Menorca al que regresaba. La escapada sería breve, no pudo robar más tiempo de viaje. Pero como las estrellas fugaces, aunque no duren mucho, su luz deja su estela en tu recuerdo.

Antes del viaje, vio una camisa que le inspiraba verano, ese verano que se acababa cada vez más a prisa, e intentaban alargar desesperadamente. El estampado le inspiró, playa, relax, pureza, justo lo que le esperaba allí, junto a Clara.

Por eso se la compró, y se la puso, junto con esos pitillo blancos que tanto le gustan.

Y con el corazón azul contento, en un finde semana improvisado, prefirió menos volumen en su cartera, a cambio de la riqueza incomparable, de una aventura inolvidable.

Y por si algunas experiencias no le cabían en el corazón, llevo también su bolso saco color blanco. Porque las emociones, no se pueden facturar y así podría llevarlas consigo ,como equipaje de mano.